sábado, 1 de septiembre de 2012

ENTREVISTA A CARLES VIÑAS: “LA INFLUENCIA JAMAICANA ES TRASCENDENTAL EN LOS SKINHEADS”

CARLES VIÑAS (Barcelona, 1972) es quien mejor conoce la evolución del movimiento skinhead en España, pues este historiador catalán se halla en vías de finalizar su tesis doctoral sobre este tema como resultado de consultar abundantes fuentes documentales y testimonios orales. Sin embargo, ya es conocido por diversos trabajos, como Música i skinheads a Catalunya (2001); Skinheads a Catalunya (2004); El mundo ultra. los radicales del fútbol (2005) y Tolerànzia zero. La violència en el fútbol (2006). Como especialista en el complejo ámbito de los skinheads hemos decidido entrevistarle en el blog para que clarifique los vínculos entre este universo juvenil y el radicalismo político.
Cuando hablamos de skinheads ¿Hablamos de una tribu urbana, una cultura política o un movimiento juvenil?
En primer lugar creo necesario apuntar el confusionismo nominativo existente alrededor del fenómeno skinhead. El mismo ha sido alimentado, sin duda por igual, desde los medios de comunicación y el ámbito académico. Ambos han asociado sistemáticamente a los cabezas rapadas con denominaciones inexactas como el término “tribu urbana”, que se ha reproducido hasta el hastío para referirse a los skinheads. En verdad, si los analizamos con detenimiento, alejándonos de los tópicos habituales, apreciamos como se trata de un fenómeno de construcción identitaria vinculado a la juventud que podemos definir como un “estilo juvenil”. Este concepto es el que entedemos como más idoneo para referirnos a los skinheads, un estilo poliédrico que amalgama bajo una estética similar jóvenes de tendencias ideológicas diversas y gustos musicales dispares.
El mundo ultra ofrece una visión panorámica del universo de los seguidores radicales de los equipos.
 ¿Los orígenes de los skinheads están en Jamaica o en Gran Bretaña?
La eclosión de este estilo juvenil se remonta a la década de los años sesenta del siglo XX en Gran Bretaña. A pesar de ello la influencia jamaicana en la misma es trascendental ya que aporta diversos referentes, tanto estéticos como musicales, que se fusionaron en aquellos años con los aportados por los jóvenes blancos de clase obrera adscritos al sector más radical del llamado “movimiento mod”. Los skinheads, por tanto, nacen de la fusión de dos realidades dispares: la protagonizada por los hard mods británicos y la importada por los denominados rude boys jamaicanos a la metrópolis colonial. Jóvenes blancos y negros adscritos a ambos estilos se relacionaron en los suburbios y clubes de baile de la capital dando lugar a las primeras bandas skinheads británicas. El estilo skin tiene, por tanto, unos orígenes multiraciales evidentes que se remontan al denominado “espíritu del 69″, año que toman como referente del inicio del estilo a pesar de que los primeros skinheads aparecieran a mediados de esa década.
Pese a las apariencias de continuidad respecto a sus orígenes, los skinheads han cambiado su estilo con el tiempo.
¿Su estética siempre ha sido la misma o ha variado con el tiempo?
La evolución que ha sufrido el estilo desde finales de los años sesenta hasta la actualidad, así como su diversa implantación geográfica han suscitado cambios, no sólo a nivel estético sino también en lo referente a sus preferencias musicales e incluso organizativas. El ampliamente difundido ‘uniforme skin’ (consistente en botas de acero, tirantes, pantalones ajustados, cabeza rapada y cazadora) no se corresponde, por ejemplo, con la imagen que lucían las bandas skinheads británicas pioneras en los años sesenta. Su look, que actualmente se denomina “original”, consistía en otro tipo de calzado menos consistente, el pelo corto pero nunca afeitado, trajes, pañuelos y otro tipo de complementos que configuraban una estética mucho más elegante que la que se ha dado a conocer posteriormente tras la asociación de los skins con el punk a finales de los años setanta. Fue entoncees, durante el llamado revival skin, cuando la estética del estilo se radicalizó y extremó su imagen, de hecho hasta entonces nunca un skinhead se había afeitado la cabeza ni lucía botas altas, tatuajes faciales o pantalones descoloridos. Fue entonces cuando la estética skin se diversificó, vinculándose a determinadas preferencias musicales o tendencias ideológicas.
¿Cómo y cuando se politiza el universo skinhead?
La politización skin se inicia a finales de los años setanta, coincidiendo con el apogeo del mencionado revival skin, que popularizó de nuevo el estilo entre la juventud británica. Fue entonces cuando se gestaron los primeros núcleos de cabezas rapadas adscritos a opciones ideológicas próximas a la ultraderecha, representada en aquellos años por el National Front y, posteriormente, el British Movement. Ambas organizaciones cobijaron a los primeros grupúsculos de rapados neonazis que radicalizaron el tradicional ultranacionalismo inherente en el estilo desde sus orígenes. Atrás quedaron las bandas multiraciales formadas por skins blancos, negros, judíos o irlandeses. A finales de los años setenta esta corriente neonazi, magnificada y popularizada por la prensa, que a partir de 1987 aglutinaria la organización Blood & Honour fue la causante de la fragmentación del estilo skinhead, que desde entonces quedó dividido entre aquellos partidarios de mantener el mismo alejado de cualquier postulado ideológico y los que se alinearon políticamente. 
Skinheads a Catalunya ofreció la primera aproximación global al fenómeno skin en Cataluña.
¿Cuál es el panorama actual de los skinheads en España? 
El estilo, desde su implantación en el Estado a inicios de los años ochenta, ha evolucionado emulando los parámetros británicos. Así, tras una primera etapa de difusión e irradiación a diversos territorios desde los dos epicentros iniciales del mismo, Barcelona y Madrid, se ha desarrollado hasta la fragmentación ocurrida a finales de esa misma década. La politización marcó las diversas plasmaciones del estilo en los años noventa, época en que obtuvo su mayor difusión gracias al auge de los grupos de seguidores radicales de fútbol y a la popularización del estilo auspiciada por los reportajes periodísticos que recogían las acciones de las bandas de rapados neonazis. La alarma social alrededor de los skins caracterizó su desarrollo hasta que el estilo inició su declive por diversos motivos. En la actualidad, coexisten diversos grupusculos antagónicos que han conseguido generar espacios de socialización propios que funcionan de manera autónoma, algo impensable en los inicios cuando todos los jóvenes skins, más allá de su adscripción ideológica, cuando la ostentaban, compartían su cotidianeidad. La desmembración causada por la politización del estilo ha generado dos bloques antagónicos que a su vez albergan múltiples plasmaciones del mismo, tanto a nivel ideológico, musical como estético, aglutinados bajo siglas como Blood & Honour o Hammerskin por un lado o SHARP (skins contra los prejuicios raciales) por otro. Coexisten por tanto, realidades intrinsecamente asociadas con opciones políticas, tanto del ámbito de la extrema derecha con de la izquierda radical, con otras de cariz apolítico que comparten determinados rasgos estéticos y referentes musicales.

Texto sacado: del blog de Xavier Casals

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